1. Lo más importante es revisar constantemente la instalación y realizar un buen mantenimiento para evitar y detectar fisuras, gritas, problemas con la depuradora, filtros, tuberías y otros componentes, con la consecuente pérdida de agua y el incremento del gasto para su reparación.
2. Coloca una cubierta: reduce la pérdida de agua por evaporación en un 70% y ayuda a mantener la temperatura alcanzada durante el día.
3. Combina el uso de aire y agua en la limpieza del filtro.
4. Usa un limpia fondos automático: ahorra más de un 20% de agua en el lavado del filtro.
5. Aprovecha el agua: instala un depósito que aproveche el agua de lluvia, y almacena en otro el agua utilizada para darle otros usos.
6. No vacíes la piscina durante el tiempo de inactividad: utiliza una cubierta y realiza labores de mantenimiento del agua para evitar tener que volver a llenarla al reabrirla, y para que no se congele el agua y se agriete la estructura de la piscina, arroja a la superficie objetos de madera o botellas de plástico. Pero tu piscina no solo gasta agua: también consume ELECTRICIDAD.
7. Usa bombas de consumo eficiente para hacer circular el agua entre la piscina y la depuradora.
8. Instala un temporizador para controlar el tiempo de funcionamiento de la bomba y evitar que se mantenga demasiado tiempo encendida.
9. En piscinas climatizadas, baja la temperatura o apaga el calentador cuando no la uses.
10. Usa LEDs para la iluminación de la piscina en lugar de lámparas tradicionales, y ahorrarás hasta un 80% en el consumo. Si quieres hacer una revisión general de tu piscina o si detectas cualquier problema que escape a tus habilidades, no dudes en contactar con un profesional cualificado de garantías, que lo estudie para darle solución una solución rápida y efectiva.